sábado, 27 de noviembre de 2010

DAR AL-TIRAZ (Casa del Tiraz) en la Córdoba Omeya.

 La llegada al poder de los Omeyas trajo consigo una importante renovación de los gustos y modas en la  corte. Desde un principio, como es sabido, Abd al-Rahman I no quiso romper totalmente con la cabeza religiosa del Islam, que había convertido a Bagdad en la nueva capital abasí. En los siguientes años este nuevo Oriente sería el espejo donde se medirían las aspiraciones de los Omeyas españoles y Córdoba el lienzo donde plasmar su influjo.
 La floreciente ciudad hispana se llenó de artesanos sirios (debemos recordar el artículo anterior), herederos de la tradición serícola china, estableciendo talleres dedicados a la confección de los más refinados tejidos a imagen de los realizados en Bagdad y Egipto. Tiraz era el nombre por el que fueron conocidos. Según la enciclopedia islámica Tiraz es una palabra de origen persa que significa "bordado". Los especialistas divergen sobre su auténtica procedencia, Serjeant dice que el origen del tiraz debió estar en las factorías del Estado de los reyes de la Persia sasánida, aunque según Levi Provençal, era una institución bizantina adoptada en Bagdad y extendida luego desde allí a Egipto y más tarde a España.
 Así cundió la moda de la fundación de una manufactura regia, dedicada exclusivamente a las más altas creaciones, dignas tan sólo de los emires/califas andalusíes y que como ya veremos, valiosos elementos de obsequio a los embajadores e ilustres personajes que solían visitar la corte cordobesa. Los textiles procedentes del Dar al-Tiraz eran piezas únicas firmadas con el marchamo (marsam) real.
 La Real Fábrica de manufacturas (Dar al-Tiraz o Casa del Tiraz) según Ibn Hayyan fue realizada por Abd al-Rahman II, aunque su origen se remonta a los tiempos de su abuelo Abd al-Rahman I.
 Durante el reinado del ya Califa Abd al-Rahman III, los productos de las reales fábricas compitieron con los maravillosos tejidos de Bizancio y Bagdad.


¿Pero dónde estaba ubicada la Casa del Tiraz?

Son dos las posibles ubicaciones del Real Tiraz Omeya:
1) En los alrededores de la Iglesia de San Andrés, dada la creencia que ocupa el lugar de la Basílica visigoda de San Zoilo. Esta versión no parece muy exacta, aunque he de decir que he  recorrido el barrio y me ha llamado poderosamente la atención la cantidad de árboles de morera que hay en las proximidades. Claro, que lo que buscamos no es el lugar donde se criaba al gusano (y que no se puede descartar como este su posible emplazamiento), sino la manufactura que realizaba el trabajo final (una vez acabadas todas las tareas para la extracción del hilo de seda).




2) En el lugar que ocupa la Estación de Renfe. Antonio Arjona Castro y Pedro Marfil Ruíz*, creen haber establecido su localización en las proximidades del yacimiento arqueológico de Cercadilla. Es más, identifican como la Basílica de San Zoilo a parte del mismo, todo ello siguiendo los Muqtabis y en especial el que hace alusión a la visita de Abd al-Rahman II (que aconsejo que consultéis*). Hay que aclarar que no sólo hablan de uno sino dos Dar al-Tiraz, uno de fábrica más antigua como núcleo primigenio; y otro de mayor tamaño que vino a sustituir al anterior. Un detalle... Observad la última foto en blanco y negro...son los restos de nuestro Tiraz aparecidos en las obras del tren de Alta Velocidad (AVE).





 Son interesantes las palabras del geógrafo Ibn Hawqal, que describen su visita a Al-Ándalus en el año 948: “Existe en la Península más de una manufactura textil o tiraz, cuyos productos se exportan a Egipto y, a veces, hasta los confines del Jurasán y otras partes… Córdoba es una ciudad grande, extensa, floreciente y rica. Su elevado bienestar se manifiesta en sus mantos y túnicas preciosas de lino fino y de seda hilada y tejida, en sus ágiles monturas y en sus variados comestible y bebidas”.

*“Posible localización de los restos arqueológicos del Dar al-Tiraz (Casa de tiráz) en Córdoba musulmana”. Autores: Antonio Arjona Castro y Pedro Marfil Ruíz. Localización: Boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, ISSN 0034-060X, Nº. 147, 2004 , pags. 137-146